
Uno de sus objetivos era desarrollar en los educandos competencias interesantes e importantes, tales como orientar el análisis al debate, al diálogo y a la toma de decisiones, con el fin de desarrollar un sujeto con iniciativa hacia la experimentación, con opinión, saber debatir y tener confianza en sus capacidades. Esto significa que el niño/a debe ser capaz de pensar críticamente desde su punto de vista, tomando en cuenta otras opiniones y de esta forma realizar comparaciones y llegar a la toma de decisiones.
Uno de los errores más frecuentes dentro de la educación, específicamente en la Educación Parvularia, es tratar de enseñar siempre las verdades más recientes sin preparar a los educandos para la asimilación de este nuevo conocimiento, olvidando que éstos asimilan la información a partir de sus conocimientos previos, representación, experimentación y todo esto por medio del juego, siendo este uno de los principios y el más imporante por el cual los párvulos integran la nueva información.
El niño/a cuya respuesta es corregida inmediatamente no tiene la posibilidad de modificar su proceso de razonamiento, volviendo a cometer el mismo error y obligándolo a que la información adquirida sea por medio de la memorización, obstaculizando el desarrollo de su autonomía intelectual.
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