Dentro de los conocimientos que hemos adquirido durante los años de teoría y práctica, podemos decir que el concepto de relaciones espaciales no es trabajado durante los primeros de años de vida, siendo que éste es fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto que es un factor primordial dentro del ámbito de las matemáticas. Es por este motivo que como alumnas en formación hemos decidido abordar este tema, debido a que este concepto se va adquiriendo mediante la experiencia y la maduración intelectual que presenta cada niño/a, no olvidando que cada uno de éstos, es único e irrepetible, por ende sus necesidades son diferentes. Normalmente los niños/as hacen comparaciones de los objetos y los espacios en que entran estos, y con frecuencia manejan el problema del ajuste por medio de la experimentación, es por este motivo que suele ser tan común ver a un niño/a probar una pieza de rompecabezas por todas partes hasta que por accidente, la coloca en su lugar.
…“Hacia el final de la etapa sensomotriz, los niños de entre 18 y 24 meses han desarrollado la habilidad de representar el espacio mentalmente”… (Hohman, 1986:299)
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